Arriésgate,¡¡¡
arriésgate¡¡¡ me decía el torbellino
de las buenas sensaciones,
acumula las maravillas innecesarias,
Sabias costumbres serán algún día.
Pero mis ojos se infamaron
Navegantes crueles de la intolerante
mirada que se me ostentaba,
y repetía tibiamente: deja el jardín,
las amapolas pintadas de asombro,
de las buenas sensaciones,
acumula las maravillas innecesarias,
Sabias costumbres serán algún día.
Pero mis ojos se infamaron
Navegantes crueles de la intolerante
mirada que se me ostentaba,
y repetía tibiamente: deja el jardín,
las amapolas pintadas de asombro,
Hay principios tan anómalos
de caer sobre aquel Idéntico barrizal
Frías contracturas, un organismo
que no sabe quien está profundamente.
Modales intermitentes,
las corduras que nunca lograron estar presentes.
Una máscara ante las cien
mil mascaras que nos envolvieron.
Lluvias, vientos, teléfonos
sueltos.
Un rio exagerado, tu voz
en un día nublado.
Jardines exasperantes,
idas, vueltas.
La piel se congenia a la vía más desecante.
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